Nº 9 ~

Rafan el perro

Checoslovaquia, 1967

Diseñado por Libuše Niklová,
Fabricado por Fatra Najapedla

Cuando vi esta fotografía de Libuše Niklová (Checoslovaquia, 1934-1981), es posible que me quedara prendada. Solo hay que mirar esa energía que desprende, el pelo, esa media-sonrisa juguetona, y la forma en que mira a su gato de juguete como si fuera una criatura de verdad.

Cuando llegó a la escuela de bellas artes, ya entró con la idea de ser una diseñadora de juguetes. Por entonces, su país ya tenía una larga historia de diseño de juguetes y marionetas; la cooperativa Artěl (1908-1935), un movimiento inspirado por la Wiener Werkstätte, produjo juguetes de madera de bajo coste (al menos originalmente) como una cajita-demonio diseñada en 1921 por Václav Špála (véase esta reproducción moderna pintada a mano), o los animales con ruedas de Ladislav Sutnar de 1930  (véanse también estas reproducciones modernas). Tenía multitud de referencias fantásticas.

Pero cuando Niklová empezó sus estudios, la madera ya estaba subiendo de precio, y el plástico estaba emergiendo como nuevo material, una solución revolucionaria a un sinfín de problemas. Lo adoptó de inmediato, llegando a declarar que “el futuro pertenece a los plásticos”.

Está claro que no se equivocó, y me resulta interesante pensar en ello en 2021, cuando nos estamos ahogando en un mar de plástico, y hemos llegado a comprender que es uno de los problemas principales a los que se enfrenta el mundo hoy. Resulta inquietante mirar atrás a una época en que el plástico se veía como un exhilarante nuevo material con el que jugar, pero lo cierto es que lo era. ¿Un material que podía moldearse en cualquier forma, podía adaptar cualquier color existente, era increíblemente ligero, y era barato de comprar? Para una diseñadora de juguetes, abría una enorme gama de posibilidades que hasta entonces habían sido inconcebibles.

Libuše Niklová empezó a diseñar muñecos con sonido en Gumotex (ahora fabricante de botes y barcas hinchables) en Breclav en torno al 1954. Estos juguetes de goma son maravillosos, e incluyen un doctor, una enfermera, un motociclista y un domador de leones (el simple hecho de que se incluya un domador de leones en la misma categoría que el doctor o el motociclista nos da una buena idea del carácter de Niklová).

A principios de los años sesenta, cuando estaba trabajando en Fatra, Najapedla, le llamaron la atención unas piezas de tubo de acordeón que formaban parte de un nuevo sistema de cisternas de WC que había diseñado la empresa: se le encendió una pequeña bombilla y en 1963 ya había diseñado su primer animal acordeón, Tomcat. Hay poco material disponible sobre Niklová, y el único monográfico publicado ya está fuera de circulación; sin embargo, creo que podemos decir que sin duda le influyó el gato de gomaespuma de Bruno Munari, Meo Romeo, creado por éste en 1949 – solo hay que mirar cómo se parecen las caras. Al gato le siguieron otras figuras acordeón, incluido nuestro amigo Rafan el perro que vemos aquí, un león, un zorro, un cocodrilo, e incluso este magnífico bebé con chupete.

Existe un vídeo de su hijo Petr Nikl (también artista) en esta página del MoMA, donde puedes verlo demostrar cada juguete de su madre. Los animales acordeón se expanden y contraen de forma gustosa, y sus animales inflables (que aún pueden comprarse) hacen sonidos estupendos. Me pregunto si Petr nos da una idea del carácter de su madre: me gusta cómo juega con cada uno de los juguetes, de forma sistemática, prestando atención, y sin vergüenza alguna, como lo haría un niño pequeño, disfrutando de los ruiditos. 

Me gusta el enfoque de estos juguetes. Han sido diseñados para un disfrute sensorial y para risas y entretenimiento – son para bebés y para niños, sí, pero con un humor y una alegría que evita lo cursi y lo condescendiente. Son también una invitación abierta a participar en el deleite del mundo y sus pequeños detalles curiosos. 

Rafan nos ofrece lo que cualquiera busca en un perro – es fiel, está permanentemente listo para ir a coger la pelota (véase su cola), y tiene un factor de amenaza bajísimo. ¿Su ladrido suena diferente cuando su barriga-acordeón está completamente estirada? ¿Hace guau o hace guaaaaaeeeeeeuuuuu? ¿Le gusta cuando lo estiramos y estiramos y luego lo soltamos de golpe, haciendo que salte un poco? ¿Sí? ¿A que le gusta? Ven aquí, perrito. ¡Aquí, Rafan!

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