Nº 50 ~

Ratón y serpiente

Antiguo Egipto, 2040-1783 a.C.

Rijksmuseum van Oudheden, Leiden

Este objeto de marfil de Antiguo Egipto puede encontrarse en el Rijksmuseum van Oudheden, y tiene unos 4.000 años (Imperio Medio 2040-1783 aC). Es, según la descripción, un ‘ratón sobre una serpiente’, y mide solo 4.5 cm de alto y 10.5 cm de largo, por lo que los detalles son delicados, y el objeto cabe fácilmente en la palma de una mano.  

El sitio web del Rijksmuseum tiene dos páginas con información sobre este objeto. La página principal de la colección dice que es “una serpiente con una criatura parecida a un ratón sobre el lomo”, y que “probablemente sea un juguete”. El animal de color más oscuro (“el ratón”) incorpora un eje insertado en la parte central de la serpiente. Nos cuenta que “la serpiente, que simboliza el caos, es atacada por otro animal” y que, aunque puede que tenga un significado religioso, “es difícil trazar una línea clara que delimita el juego y la religión.”

He tenido pensamientos parecidos sobre retratos previos, pero me resulta curioso ese impulso de querer trazar líneas para delimitar los significados que puede tener un objeto de la antigüedad. Supongo que en realidad se debe al deseo de comprender el objeto más profundamente, de llegar al fondo de la cuestión y extraer el máximo de información. Está claro que las descripciones de dos o tres líneas son limitadoras, pero quizás lo que me resulte desconcertante es la elección de palabras. Pienso en lo interesante que me parece estudiar cómo los distintos aspectos de la vida se fusionan y difuminan, mezclándose en remolinos coloridos como ocurre en nuestras vidas diarias, entretejiéndose para formar bonitos dibujos y patrones, en lugar de poner el enfoque en cómo separar todos los hilos, o en la imposibilidad de hacerlo. También pensé en cómo algunos de estos hilos metafóricos se perciben como de más peso o significado de cara al público general. Supongo que, para muchas personas, decir “Este objeto puede haber sido usado como juguete o divertimento” no tiene el mismo impacto que “Este objeto podría representar la derrota del caos, simbolizado por la serpiente”.

La otra página del Rikjsmuseum que trata sobre este objeto está insertada bajo el título de “Objetos con elementos móviles”. Aquí, nos dicen que a menudo los juguetes con elementos móviles de Antiguo Egipto se han encontrado en tumbas (aquí, no parece haber información específica acerca del contexto en el que se halló este juguete). En nuestro caso, el mecanismo nos permitiría girar al animal de arriba para que “muerda” la cabeza de la serpiente. En esta página, es interesante leer que el animal de arriba probablemente no sea un ratón sino una mangosta egipcia (o meloncillo), que es inmune al veneno de la serpiente, y que se alimenta de serpientes y huevos de serpientes. Mirando la forma de una mangosta de verdad, veo que es más larga que la figura del juguete (quizás aquí esté sentada), pero lo cierto es que las proporciones entre ambos animales se corresponden más a mangosta+cobra que a ratón+serpiente, y tiene más sentido como una imagen que se reconocería más fácilmente a nivel local.

No he podido encontrar información más específica acerca de este juguete (o al menos, no he podido encontrarla fácilmente en Internet). Esto tiene sentido, dado que fue adquirido por el museo en enero de 1829, e imagino que hay poca documentación.

Me informé un poco más con la historia del museo en sí, para tratar de averiguar cómo acabó en esta colección. Hay muchos otros objetos con la misma fecha de adquisición, y varios proceden de Egipto. Vi que eran de diferentes periodos, por lo que probablemente no provenían del mismo yacimiento, sino que fueron adquiridos como parte de una colección mixta de “antigüedades”: ver por ejemplo esta estela (Imperio Medio), este taburete (Imperio Nuevo), y este papiro (Dinastía Ptolemaica), que también entraron a formar parte de la colección del museo en 1829. No pude encontrar ningún tipo de inventario ni archivo en ningún idioma que actuara de registro de objetos en los museos, pero sí pude concluir que era probable que estos objetos fueron adquiridos en la época napoleónica.  

El Rijksmuseum abrió sus puertas por primera vez en 1800, y tras un par de décadas algunas de sus colecciones fueron trasladadas a otras ubicaciones: los objetos de la antigüedad clásica acabaron en un nuevo Museo de las Antigüedades de Leiden. Esta es la colección del Rijksmuseum von Oudheden, formada a partir de las “contribuciones” de un tal Bernardino Drovetti, quien fuera Cónsul General de Francia en Egipto. Por lo que he podido averiguar, Drovetti parece haber expoliado los yacimientos de Egipto de forma agresiva, impune y tan tranquilamente como era habitual en la época, para vender su botín a diferentes instituciones europeas. Aquí, una vez más, pensé en la necesidad de reformar, repensar y replantear de forma drástica el papel y la legitimidad de muchas (si no todas) de estas instituciones.

Se conserva un número sorprendente de juguetes maravillosos con mecanismos móviles de Antiguo Egipto. El British Museum tiene en su colección dos ratones de juguete hechos de cerámica y madera, ambos posiblemente del Imperio Nuevo, ambos con mandíbulas móviles: ver este, decorado con pintura marrón, y este otro, decorado con líneas negras.

El pequeño museo de Londres Pollocks Toy Museum (gestionado por la misma familia desde el siglo XIX, toda una institución y sin duda la inspiración detrás de más de un set de rodaje) tiene un ratón parecido en su colección, también de cerámica y madera. A juzgar por esos tres ejemplos, los ratones con bocas móviles pueden haber sido un estilo específico de juguete en Antiguo Egipto.

El British Museum también tiene un fantástico gato o león de juguete (con mandíbula parecida), además de un juguete de madera de lo más curioso (y casi exactamente del mismo tamaño que nuestra mangosta/ratón y serpiente), que posiblemente muestre a un perro saltando por encima de una figura humana, acostada y con los manos atadas. La figura de este “perro” también me recordó a una mangosta, aunque sería de tamaño gigantesco.

Echa un vistazo a esta mangosta luciéndose en plena naturaleza en este vídeo del National Geographic, y luego imagina que tienes este juguete en tus manos: la mangosta se mueve muuuy cuidadosamente al principio, y luego, rápida como un rayo, se gira para morder la cabeza de la serpiente … ¡ZAS! 

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