Nº 6 ~

Zorro con oca

Alemania, 1956-62

Fabricado por Schuco

A la hora de elegir los objetos de juego que incluyo en esta galería, suelo buscar diferentes características interesantes y una de ellas es una personalidad bien definida. Sin saber nada de este zorro (con el que me topé por primera vez en una exploración de la colección del Museo de Juguetes de Núremberg), me pareció salido de un libro de cuentos infantiles, pero ¿cuál era su historia?

Tras investigar referencias en alemán a Fuchs (zorro) y Gans (oca), obtuve mi recompensa al dar con una conocida canción infantil: Fuchs, du hast die Gans gestohlen (Zorro, has robado la oca).

La escribió Ernst Anschütz, quien la incluyó en su Libro Escolar de Himnos de 1824, donde también figuraba la canción más famosa de O Tannenbaum (conocida en español con el título de Abeto Fiel). Anschütz escribió las letras Fuchs, du hast die Gans gestohlen, pero tomó la melodía de una antigua canción folclórica. 

Sigue siendo una canción infantil clásica en Alemania, y sigue cantándose en la actualidad. Como muchas otras rimas y canciones infantiles de la época, la letra tiende a lo sangriento:

1. Fuchs, du hast die Gans gestohlen,
|:gib sie wieder her! :|
|: Sonst wird dich der Jäger holen,
mit dem Schießgewehr. :|
2. Seine große, lange Flinte
|: schießt auf dich den Schrot, :|
|: dass dich färbt die rote Tinte
und dann bist du tot. :|
3. Liebes Füchslein, lass dir raten,
|: sei doch nur kein Dieb; :|
|: nimm, du brauchst nicht Gänsebraten,
mit der Maus vorlieb. :|

Traducido viene a ser algo como:

1. Zorro, has robado la oca
|: ¡Devuélvela! :|
|: o el cazador te pillará
con su escopeta :|
2. Su escopeta grande y larga
|: te apunta y dispara :|
|: Te tiñe entero de rojo
Y estás muerto. :|
3. Zorrito, deja que te aconseje:
|: No seas ladrón :|
|: No comas oca asada,
Conténtate con el ratón. :|

En 1888 aparece una versión de esta canción en “The Counting Out Rhymes of Children. Their Antiquity, Origin and Wide Distribution. A Study in Folklore”, de Henry Carrington Bolton, que aparentemente se cantaba en los patios del Norte de Alemania como rima de sorteo: “Fuchs, du hast die Gans gestohlen,/ Gieb sie wieder her, / Sonst wird dich der Jäger holen / Mit dem Schießgewehr. / Eins, zwei, drei, / Du bist davon frei!” Es el primer párrafo de la canción, y al final se agrega “Uno, dos, tres, ¡de esta te libras!”.

Existe una versión de Fuchs du hast du Gans gestohlen en rumano (Vulpe tu mi-ai furat gâsca) y curiosamente también en japonés (Kogitsune Konkon). La canción japonesa también trata sobre un zorro, y tiene exactamente la misma melodía pero en este caso la protagonista es una pequeña zorrita que vive en el bosque, se peina la cola, se hace vestidos y no tiene ni un ápice de ferocidad. Esta versión fue escrita por el poeta Yoshio Katsu en 1947, para un libro de texto publicado por el Ministerio de Cultura. Me intriga que el poeta eligiera conservar al zorro como protagonista y sin embargo cambiara el tema por completo.

El maravilloso Tomi Ungerer ilustró el libro Das Große Liederbuch, una colección de más de 200 canciones y rimas infantiles y folclóricas alemanas, e incluyó una versión de nuestro zorro como criatura evidentemente más feroz (ver aquí). En 1958, la Deutsche Bundespost creó un sello postal en Alemania, que mostraba un zorro algo más presentable que el de Ungerer, pero aún así, a mi parecer, más despiadado que nuestro amigo.

Los zorros son figuras recurrentes en cuentos folclóricos, cuentos de hadas y fábulas de muchos países. Con frecuencia son embaucadores astutos y glotones que a menudo se salen con las suyas (véase el Hombre de Gengibre, p. 448, o la fábula de Esopo El Zorro y el Cuervo, por ejemplo), o son criaturas de moralidad ambigua (véase la figura del zorro de siete colas, huli jing, en China, y la figura relacionada de kitsune en Japón, por ejemplo).

También existe un tipo de juegos de mesa de estrategia en varios países que son agrupados bajo el nombre de “Juegos de zorro”; Fox and Geese (Zorro y Ocas), la variante inglesa, era un pasatiempo favorito de la Reina Victoria. Es probable que este tipo de juego de mesa tenga su origen en el juego escandinavo Halatafl (tablero de cola), mencionado en Grettis Saga (siglo XIV). Un jugador es el zorro (o a veces el lobo), y el otro es las ocas (o las ovejas, las gallinas, etc.) y el objetivo es tratar de ser el más listo.

Un aspecto que me gusta en especial de nuestro pequeño zorro es que parece tan respetable, que de inmediato me pareció entrañable. La oca no está colgando flácidamente de la boca del zorro, y tampoco se ha metido apresuradamente en un saco, como vemos en otros lugares. No, aquí la oca está en una elegante maleta de transporte, con asa y todo. 

El zorro parece que va a una reunión de negocios, y no a un festín sangriento y salvaje. Es un estafador con encanto – guapo, bien vestido, con zapatos negros bien lustrados. Puede que compre todo lo que me venda con gusto, y me escandalice, encantada, cuando me muestre sus verdaderas intenciones. Y cuando el cazador le persiga con una escopeta, ¿a cuál de los dos animaré?

Los juguetes de cuerda son siempre una delicia. A primera vista podríamos pensar que son muy limitados; al fin y al cabo, parecen tener sólo una función: darles cuerda y ver cómo se mueven hasta que se les acaba la cuerda. Pero por un momento parecen estar vivos; no necesitan manos para guiarlos, y parecen moverse por iniciativa propia. Tienen algo de magia.

Cuando los niños y las niñas juegan con figuras, las mueven y hablan por ellas, representan pequeños intercambios y movimientos. El acto de jugar a menudo consiste en hacer como si sus juguetes fueran criaturas vivientes. Y aquí tenemos un juguete que puede moverse por sí solo durante unos instantes, y nos ofrece una nueva dimensión a nuestra suspensión de la incredulidad – ¿por qué, si no, continuamos dándole cuerda? 

A veces podemos darle cuerda y el zorro trata de escaparse sin mucho éxito, dando vueltas y vueltas a ninguna parte (ver aquí). ¿Y si perdemos la llave? ¿Significa que al final pillan al zorro? ¿O significa que está atrapado en el tiempo, a medio escapar?

También nos maravilla el mecanismo: qué hace que se mueva, y qué nos encontraríamos si lo abriéramos y miráramos dentro. Schuco fabricó un gran número de juguetes de cuerda (véase esta colección, y este vídeo de tres juguetes, entre ellos nuestro modelo). La empresa quebró en los años setenta, pero luego la compraron y revitalizaron, y ahora se dedica a fabricar coches de juguete.

Me imagino que este zorro no sería tan grosero como para salir corriendo sin más, con la oca a cuestas, sino que optaría por caminar a paso rápido y sin mirar atrás, haciendo como el que no ha pasado nada. Quizás silbaría un poco mientras camina. “¿Quién, yo?”, podría decir si se le cuestiona. “Pero ¿cómo se atreve usted? ¿No ve la corbata amarilla tan elegante que llevo?”

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